La anoxia de este verano en el Mar Menor les ha venido por sorpresa. Ahí sí que lo ha visto en directo todos los veraneantes venidos de casi toda España. Y esa basurita era muy difícil de esconderla debajo de la alfombra
Corría el año 1965 y La Manga del Mar Menor, aunque ya habían comenzado a construir, era un paraíso. Ese mismo año unos muchachos llamados John Lennon y Paul McCartney componían la famosa canción ‘Help!’. Bueno, dicen que en realidad fue John Lennon quien lo hizo debido al agobio que le produjo el estrellato tan brutal en la que se vieron envueltos los muchachos de Liverpool. Pa quien no sepa a quién me refiero, el grupo que cantaba esta canción era ‘The Beatles’.
Ahora, esa melodía de auxilio la canta el Mar Menor y junto a este, la mayoría de los murcianos. He escrito murcianos y me equivoco. Hay una gran cantidad de gente que sin ser de la tierra, está sufriendo por la mayor laguna salada de Europa.
Hay algunos que no sufren tanto: los que se llevan las ‘perras’. Esos prefieren otras canciones. Para ellos ‘The Beatles’ están desfasados. Prefieren cuando Alaska (que tampoco está de rabiosa actualidad) en ‘Fangoria’ cantaba eso de “La gente me señala / Me apunta con el dedo / Susurra a mis espaldas / Y a mí me importa un bledo…” Porque es eso, a los dirigentes y a los que se llenan los bolsillos les importa un bledo. Confían en que, con el paso del tiempo, la gente se olvide y a otra cosa mariposa. “Yo soy así y así seguiré / Nunca cambiaré” que continuaría cantando Alaska… y ellos, los de los bolsillos llenos y los de la barriga agradecida.
¿Quién no se acuerda del lanzador de huesos de oliva contando chistes? El que más me gustó fue en el que se preguntaba: “¿Dónde están los defensores del Mar Menor. Dónde? Se lo digo yo, junto a los defensores del soterramiento”. Que hay que tener coraje. Y los palmeros reían y reían. Porque son palmeros, claro, porque este personaje tampoco tiene futuro como monologuista. Como mal educado, sin embargo, sí que lo tiene.
No pasa nada, miles de peces muertos, una laguna que agoniza, pero no pasa nada.
Eso sí, la anoxia de este verano en el Mar Menor les ha venido por sorpresa. Ahí sí que lo ha visto en directo todos los veraneantes venidos de casi toda España. Y esa basurita era muy difícil de esconderla debajo de la alfombra. Y para eso, nuestros queridos dirigentes también tienen solución: echarse la culpa entre Administraciones. “La culpa la tienes tú”, dicen unos. “No, no. Las competencias y la culpa la tienes tú”. Y así hasta el infinito. Así que en esta ocasión cambian de grupo musical y de canción. El grupo ‘Pimpinela’, que también está de rabiosa actualidad, y la canción: “Me engañaste, me mentiste…”
Espero y deseo que como próxima solución para que miremos para otro lado no nos pongan rodeando la orilla de la laguna a un ejército de muchachas moviendo el trasero al ritmo de reggaetón. Entonces sí que me embarco en la misión de humanos que van a mudarse a Marte.
Mientras tanto la población sigue abrazando el Mar Menor y rezando por su pronta recuperación.
Siento ser pesimista, pero difícil lo veo.
Ahora, esa melodía de auxilio la canta el Mar Menor y junto a este, la mayoría de los murcianos. He escrito murcianos y me equivoco. Hay una gran cantidad de gente que sin ser de la tierra, está sufriendo por la mayor laguna salada de Europa.
Hay algunos que no sufren tanto: los que se llevan las ‘perras’. Esos prefieren otras canciones. Para ellos ‘The Beatles’ están desfasados. Prefieren cuando Alaska (que tampoco está de rabiosa actualidad) en ‘Fangoria’ cantaba eso de “La gente me señala / Me apunta con el dedo / Susurra a mis espaldas / Y a mí me importa un bledo…” Porque es eso, a los dirigentes y a los que se llenan los bolsillos les importa un bledo. Confían en que, con el paso del tiempo, la gente se olvide y a otra cosa mariposa. “Yo soy así y así seguiré / Nunca cambiaré” que continuaría cantando Alaska… y ellos, los de los bolsillos llenos y los de la barriga agradecida.
¿Quién no se acuerda del lanzador de huesos de oliva contando chistes? El que más me gustó fue en el que se preguntaba: “¿Dónde están los defensores del Mar Menor. Dónde? Se lo digo yo, junto a los defensores del soterramiento”. Que hay que tener coraje. Y los palmeros reían y reían. Porque son palmeros, claro, porque este personaje tampoco tiene futuro como monologuista. Como mal educado, sin embargo, sí que lo tiene.
No pasa nada, miles de peces muertos, una laguna que agoniza, pero no pasa nada.
Eso sí, la anoxia de este verano en el Mar Menor les ha venido por sorpresa. Ahí sí que lo ha visto en directo todos los veraneantes venidos de casi toda España. Y esa basurita era muy difícil de esconderla debajo de la alfombra. Y para eso, nuestros queridos dirigentes también tienen solución: echarse la culpa entre Administraciones. “La culpa la tienes tú”, dicen unos. “No, no. Las competencias y la culpa la tienes tú”. Y así hasta el infinito. Así que en esta ocasión cambian de grupo musical y de canción. El grupo ‘Pimpinela’, que también está de rabiosa actualidad, y la canción: “Me engañaste, me mentiste…”
Espero y deseo que como próxima solución para que miremos para otro lado no nos pongan rodeando la orilla de la laguna a un ejército de muchachas moviendo el trasero al ritmo de reggaetón. Entonces sí que me embarco en la misión de humanos que van a mudarse a Marte.
Mientras tanto la población sigue abrazando el Mar Menor y rezando por su pronta recuperación.
Siento ser pesimista, pero difícil lo veo.
Artículo publicado originalmente en sietediasalhama.com el 20 de octubre de 2021
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